Una verdadera sátira, demasiado humana, de la Guerra civil española con su mirada corrosiva hacia las situaciones casi surrealistas que constituyen la trama de esta ácida comedia.
La historia en el frente de la Guerra civil española del intento de robo de una vaquilla por los soldados republicanos de un pueblo tomado por los sublevados es una verdadera sátira, demasiado humana, sobre la guerra. En un tiempo en el que el cine que recuperaba la guerra y la posguerra, cuando era una obligación con la memoria histórica y con el necesario alivio después de casi medio siglo de dictadura, Berlanga y Azcona proponen una mirada corrosiva hacia la contienda presentando la lucha por la vida a través de una peripecia que, en su falta de épica, define la humanidad de la que son verdaderos portadores los pobres soldados, ajena a lo que implica el horror y el sinsentido de la guerra.
Sinopsis: Es pleno verano y hace más de dos años que comenzó la Guerra Civil. Estamos en un área del frente que lleva estabilizada una eternidad. La monotonía reinante se rompe cuando los altavoces del bando contrario con su programa de fastos para celebrar la Virgen de Agosto, compuesto de rancho extraordinario, toreo de una vaquilla y baile. Ante el duro golpe que sufren los hambrientos y desmoralizados soldados republicanos por semejante anuncio, cinco de ellos se internan de noche en terreno enemigo con la intención de hacerse con la vaquilla antes de que amanezca, y así aguar la fiesta a los nacionales y surtirse de carne. (Fragmento de Daniel Sánchez Salas, Diccionario del cine iberoamericano. Madrid, SGAE, 2012, p. 1528).