La obra se desarrolla en dos mundos paralelos que se funden y se relacionan entre sí por sus circunstancias. Están los del patio trasero de la ciudad, lejos de la vista de la mayoría y viviendo en el riesgo permanente de ser devorados por un incendio, por un derrumbe o por una correntada.  Se alimentan y se visten de los desechos de una población que los ignora.Con toda su dignidad asumen la vida y el trabajo para seguir, siempre hacia adelante porque el pasado recuerda historias de guerras y de migraciones. La vida pende acaso de una cadenita de oro, de un metal, de un objeto perdido en la mina. Ellos son observados por otros olvidados, que no pueden descansar mientras la memoria pierda la batalla y se sigan escondiendo los hechos que nos han construido como país y como ciudad. ¿Quiénes son los “XX” en nuestra tierra? ¿Dónde está el hambre?