El arte recuerda continua, ineludible y extrañamente, que el sentido de la(s) realidad(es) está siempre en disputa. La condición desfondada de la existencia in-siste a través del arte. El arte, en este sentido, carece de telos y, por ello, devela una constitutiva tensión entre normatividad (el orden de las cosas) y libertad (la posibilidad radical de un orden diverso).

Pero esta tensión es también constitutiva del arte. La normatividad se expresa fundamentalmente a través de los parámetros institucionales que legitiman el arte: referentes estéticos, la crítica de arte, criterios de curaduría, las galerías y museos, etc. Esta normatividad, sin embargo, es reiteradamente desafiada por artistas o comunidades artísticas que se resisten a los procesos de legitimación vigentes en un momento histórico determinado.

Esta intrínseca tensión del arte devela en cada época –o al menos desde la época del surgimiento del «régimen estético» (Rancière, 2011)– la doble constitución que Heidegger atribuye a la obra de arte: «tierra» (Erde) y «mundo» (Welt). Mundo, esto es, la inmersión de la obra de arte en un específico horizonte de sentido epocal. La obra de arte dice algo a alguien en un espacio-tiempo específico, pues pertenece a un particular horizonte de familiaridad. Tierra, es decir, la posibilidad inagotable de la obra de arte de otorgar y adquirir sentidos diversos, abismar un mundo y fundar mundos otros (cfr. Heidegger, 2010).

Al arte guatemalteco le va de suyo esta constitutiva tensión. ¿En qué medida? ¿En qué momentos? ¿A través de qué obras y sujetos? ¿Qué normatividad regentea el arte en el siglo XXI? ¿Qué experiencias de liberación impiden o estimulan tal régimen? ¿Qué mundo(s) (des)fundamenta el y al arte? ¿Qué tendencias? ¿Qué (des)encuentros genera?

Estas son algunas de las preguntas que orientan las diversas reflexiones que configuran el contenido de los dos tomos de esta obra y ofrecen perfiles plurales del arte, las prácticas artísticas y la(s) estética(s) guatemalteca(s). La configuración de tales perfiles (de índole finita, tendenciosa, encubridora, des-ocultante, etc.) es la tarea principal de estos «ejercicios de reflexión» sobre el arte guatemalteco acaecido en el alba del siglo presente.

PRESENTA: 

– Silvia Trujillo