La escritura creativa viene de un lugar que todos visitamos de vez en cuando: nuestra imaginación. Para algunos, es un lugar precioso lleno de ideas listas para desarrollarse; para otros, es un lugar tortuoso donde los colores son grises y discernir entre una idea y otra es difícil. Lo cierto es que, todos padecemos de esta enfermedad: todos tenemos imaginación.

Todos necesitamos contar historias. Contar un cuento nos sirve para algo tan sencillo como explicar un accidente vial. Para lograrlo necesitamos respirar profundo, ordenar nuestras ideas y luego hablar. También nos sirve para explicar una situación complicada, como lo sería un caso legal. La clave es aprender que las historias son objetivas, que cada historia tiene dos o más lados y que siempre podemos contar nuestro lado de la historia como mejor nos parezca.

El curso se dividirá en dos partes: una teórica (que abarca la introducción al curso y las lecciones) y una práctica (a la que corresponde el cierre del curso). Cada una constará de una hora y quince minutos (susceptible a cambios, dependiendo de dudas, comentarios y el tiempo que le tome a los alumnos escribir). Si algunos alumnos quieren leer lo que crearon en clase, podrán hacerlo en los últimos veinte minutos de la parte del cierre del curso.

El objetivo es que el participante aprenda conceptos básicos de escritura creativa para que pueda practicarla en casa.